El NFC llegó hace ya 9 años en 2011 y apareció en uno de los primeros teléfonos de google, el Nexus S. (aunque técnicamente fué el Nokia 6131 NFC, no tuvo tanta repercusión). Cuando salió, la tecnología estaba en pañales y apenas se podía hacer nada con ella. Todavía tenía que ganarse la confianza de los consumidores y desarrolladores que trabajasen haciendo aplicaciones informáticas que utilizasen esta tecnología.
Y aún así fué una apuesta que Google decidió hacer por la cantidad de posibilidades que ofrece a sus usuarios. En el artículo de hoy vamos a hablar sobre NFC. Contestaremos a algunas preguntas básicas como ¿Qué es y cómo funciona? o ¿Para qué sirve? e indagaremos en los posibles usos futuros de dicha tecnología en la vida cotidiana.
¿QUé es el NFC?
Near Field Communication, o comunicación de campo cercano (pero en español no queda tan comercial) es una tecnología de comunicación de muy corto alcance y alta frecuencia que permite el intercambio de información entre dos dispositivos solamente si están muy próximos entre sí.
Esta última definición abre muchas puertas, pues hasta la época todo el desarrollo de ondas era en llegar más lejos, con más potencia y con mayor transmisión de datos. Con señales de radio convencionales la idea es llegar más lejos para tener más alcance. No obstante, NFC pretende conseguir lo contrario, que la información solamente llegue a un punto treméndamente cercano (casi en contacto).
¿Cómo lo consigue?
El secreto es - en resumidas cuentas - que el emisor (por ejemplo, el teléfono o el datáfono) envía un pulso electromagnético al receptor (el chip NFC en nuestra tarjeta de crédito o Documento de Identidad). El circuito NFC contiene dos pequeñas bobinas que al recibir este pulso electromagnético, generan corriente y activan el circuito de datos que envía una respuesta. El circuito se logra activar completamente con la señal recibida . Algo parecido a encender un microondas desconectado llamándolo por teléfono móvil.
El circuito consume tan poca energía que la propia energía de la onda de transmisión es capaz de activarlo. Sin cables, ni pilas ni una toma eléctrica. Esto por supuesto tiene una enorme pega. Por muy poca energía que consuma el circuito, la cantidad de corriente inducida por la señal original es tan pequeña tan pequeña, que la señal que el circuito es capaz de emitir en respuesta es muy muy débil. Tan débil tan débil, que se necesita estar a escasos centímetros para poder detectarla. Y voilá, así nace el NFC.
Las posibilidades son muy elevadas. Poder transmitir información solo a unos escasos centímetros es una forma relativamente segura de mantener esa información segura.
¿Para quÉ sirve el NFC?
Su uso principal es el de identificar al portador del chip. Debido a las limitaciones de energía que tiene esta tecnología. Solamente puede pasar unos pocos bytes (lo normal hoy en día son entorno a 144 bytes, o 144 caracteres) por lo que suelen contener algún tipo de identificador único que sirve para identificar a ese usuario.
En Hamro, por ejemplo, hemos trabajado con este tipo de etiquetas NFC para adherirlas a diferentes objetos y realizar un seguimiento y un inventariado de los mismos. Puedes leer la propuesta que hicimos en el Global Hackathon (en Inglés) que organizó Facebook hace unos meses. En ella utilizamos NFC para crear una herramienta que ayudase a diferentes organizaciones a compartir de forma pública su stock durante la crisis del COVID19 y mejorar así las donaciones de material sanitario.
Una tarjeta bancaria en su chip NFC lleva un único identificador de usuario - el de su portador. La única manera de acceder a dicho identificador es a través de un lector puesto inmediatamente a menos de 1cm de la tarjeta. Da cierta seguridad, ¿no? Si alguien quiere robarte esa información, necesariamente tendrá que acercar un lector malicioso a menos de 1CM de tu cartera. Tu podrías darte cuenta de lo que intentan hacer y reaccionar ante ello (De ahí a que algunas carteras nuevas lleven láminas de metal para aislar la tarjeta de este tipo de intentos de hurto).

En aplicaciones móviles funciona de la misma manera. A través de Android Beam, por ejemplo, se establece un canal de comunicación mediante NFC en la cual dos terminales se pueden enviar un fichero cambiando la información contenida dentro del circuito NFC muchas veces por segundo. El efecto de juntar los teléfonos queda muy comercial, casi como si la información se pasase por contacto entre celulares de forma relativamente rápida.
Hoy en día, la tecnología ha calado mucho en Europa y occidente, donde los pagos wireless se realizan a diario de forma sin contacto. Además, durante esta crisis del covid19 se ha disparado el uso de estos dispositivos como preferencia de pago. En Asia por contra, y sobretodo en China, predomina más el uso de códigos QR para transacciones similares. Si lo pensamos, el código QR es algo similar. Se debe mostrar para poder ser escaneado. Y si no está muy cerca no funciona .

Otro uso que también tiene es la de apertura o cierre de puertas magnéticas. Puertas que deben abrirse mediante un mecanismo de seguridad en el que la clave digital que abre la puerta se encuentra contenida solamente en la llave. Este tipo de sistemas son bastante populares en el norte de Europa.
¿Qué TIPO DE aplicaciones vendrán en un futuro con esta tecnología?
El futuro es bastante incierto, pero en cuanto a tecnologías y a seguridad, todo parece indicar que la popularidad de NFC solamente irá en aumento. En un mundo en el que todo está conectado por internet, tener información de autenticación cerrada en un contenedor al que solo se puede acceder estando muy muy cerca añade una capa adicional de seguridad muy importante para muchos sistemas.
En conjunción por ejemplo con la tecnología Blockchain y los contratos inteligentes, será muy posible ver auténticas llaves digitales que abran y desbloqueen contratos inteligentes cuando se cumplan ciertas condiciones, y que dichas llaves se guarden en dispositivos NFC.

El "Notariado Inteligente", o la capacidad por ejemplo de garantizar transacciones económicas (como entrega de dinero, ejecución de escrituras de propiedad, pago de luz, agua, gas...) a través de sistemas Blockchain que utilizasen llaves NFC para por ejemplo, liberar un pago cuando un usuario abre la puerta de su casa por primera vez.
¿QUé puede aportar el NFC a mi empresa a día de hoy?
La tecnología NFC puede tener mucho auge en la logística. Las etiquetas NFC cuestan poco dinero y son tremendamente útiles para identificar paquetes, mercancía, cargamento y transportes. Una empresa puede cerciorarse de que sus productos llegan a sus destinos finales a través de este tipo de etiquetas (por ejemplo, un lector NFC que lee las etiquetas de diferentes contenedores para poder identificar cuando son leidos, en qué momento entran en puerto y llevar un control logístico de todos sus cargamentos marítimos.
A nivel comercial, las etiquetas NFC son excelentes formas de identificar a un usuario de forma contactless. Por ejemplo, tarjetas que olvidan la banda magnética (cada vez más parte del pasado) en detrimiento de este tipo de chips más seguros y cómodos de utilizar de cara al usuario.
Son muchas las posibilidades. Y ahora te toca a ti. ¿Tienes alguna idea? ¿Cómo crees que va a evolucionar el NFC en el mundo estos próximos años? Deja un comentario y si quieres explorar alguna idea de desarollo NFC para tu organización o empresa y necesitas consultoría, ¡contáctanos!